lunes, 7 de septiembre de 2009

Noticias de la guerra

En estos tiempos de paz... Ha empezado diciendo. De inmediato le he respondido que si sabía tan poco de la actualidad como para no darse cuenta de que estábamos en guerra. Ha dejado de limpiar la lubina y, apuntando con su enorme cuchillo al techo, me ha mirado con sorpresa. Con quién, ha sido la pregunta. Con quién estamos en guerra. Eso no es lo importante. En las guerras nunca importa el enemigo. El enemigo es una abstracción, una categoría simbólica. A veces ni siquiera existe. El pescadero parecía seguir sin comprender. De hecho, usted y yo, sin ni siquiera darnos cuenta, podríamos ser enemigos. Eso sí que no, se ha animado a pronunciar. No depende de nosotros, caballero. En este lugar quizás reine la paz en mayor medida que en otros lugares de nuestra patria o, mejor dicho, quizás se imponga un tanto menos la guerra, pero en cuanto uno se adentra un poco en la civilización, entonces apretamos el paso, nos movemos tan deprisa como un soldado en primera línea de batalla. Sabemos que somos el blanco de un enemigo invisible, aunque no queramos confesárnoslo. A mí, perdone, nadie me anda apuntando. Se equivoca, estimado pescadero, yo le apunto y usted, usted... Usted tiene ese cuchillo. En ese momento el pescadero ha mirado su cuchillo con auténtica extrañeza. Este cuchillo me sirve para ganarme la vida, ha reaccionado. ¿Cómo se la gana usted? Ha preguntado, haciendo que sus palabras sonasen como una auténtica amenaza. Y después, ante mi reiterado silencio, ¿cómo ha dicho que pensaba cocinarla?

No hay comentarios:

Seguidores

Datos personales