miércoles, 21 de octubre de 2009

Tsunami

Todavía metidos en la cama le explico a Susan los últimos acontecimientos, es decir, el hallazgo del ódradek de Australia, su vinculación con Cabo de Palos, y las pruebas de que la guerra no es ajena a este lugar que alguien podría confundir con el paraíso. Susan ha querido ver por sí misma el ódradek de la ducha. Ha regresado desnuda, maravillada por el descubrimiento. Después, como si quisiera con ello confirmar mis teorías, ha dicho que en la disposición de los guijarros del aparcamiento había apreciado síntomas inequívocos de abyección. Le he hablado del mar apacible que bate la costa al otro lado de las paredes. Susan, sin embargo, al igual que yo, está convencida de que Cabo de Palos, de alguna manera que escapa a la lógica pero no a la poesía, está indisolublemente ligado a nuestras antípodas. La prueba reside en el techo del cuarto de baño de nuestro apartamento de alquiler. Después, con su cuerpo desnudo iluminado por la luz de la luna, ha pronunciado la palabra tsunami.

1 comentario:

Joaquin dijo...

La silueta aérea de Cabo de Palos es el aguijón y la cola de un escorpión

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